Otros besos robándome el aliento. Sólo dejarme llevar. Lo llamo necesidad. La
forma en la que busco que otras gélidas manos, o cálidas, me recorran sin piedad.
Como si yo fuera la carretera por la que darían todo por perderse. O derrapar.
Busco
unas manos, que no sean las tuyas, que me agarren con firmeza sin quererme
asfixiar. Una caricia que me calme y me haga olvidar.
Ansío bailar por diversión, en este mundo que por momentos
me parece demasiado cruel sin ti, llorando al recordar que siempre ha dolido
más contigo. Sinsentidos.
Él me araña la espalda, en un intento de que sea un
poco más suya esta noche. Le muerdo la boca, desesperada, porque tú seas un poco
menos mío.
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