2 jul 2014

Verso acabado. Punto.

Lo ves con su carita de bueno, con sus ojos inocentes y esa sonrisa que quita el hipo, y te dice "te quiero enana" como si realmente lo sintiera. Solamente quieres llorar, porque sabes que no son más que estúpidas maniobras para tenerte a sus pies, porque te quiere mal y poco, y te hace sufrir hasta dejarte vacía por dentro. Pero no lo puedes evitar. Que tu corazón se vuelva loco en su presencia. Quieres gritar, arrancártelo de dentro y regalárselo envuelto en un lazo rojo, de todas formas es suyo. Respira su nombre en cada latido, y él lo sabe.
Y a ti, que no te quedan más lágrimas, te da por huir. "Corazón que no ve, corazón que no siente", te repetía.Para comprobarlo, compraste un billete al fin del mundo para no verlo más.