16 nov 2014

Razones

Dicen que hay que saber mirar más allá. De las cosas, de las palabras y sobre todo, de las personas. Nunca supe hacerlo contigo. Mirarte de verdad. Porque me dolías, como duele el vacío cuando mira dentro de ti. Escocías, y yo prefería excusarte, inventarte, mirarte por el cristal que me convenía, sin querer creer que la realidad es algo de lo que no puedes huir. No sin que te abofetee antes, no te deja esconderte sin darte una lección, que si no aprendes a la primera, te volverá a repetir tantas veces como sea necesario. Porque la vida es la mejor maestra pero como tal, es la más dura.
Solía quererte mucho y quererme poco. Para mi mala suerte tú, solías quererte mucho y quererme poco. Una mala combinación. Una mezcla devastadora. Una "yo" que perdía en todas las versiones y en todas las variantes. Tú, eterno vencedor.


- Te quiero, te quiero, te quiero,... -dijiste como suplicando algo que ya no te pertenecía
+ Mentira, tú no sabes lo que significa esa palabra.
 Me fui. Esta vez, por mi, porque me quería.



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